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Decálogo de una buena Señorita de la Modernidad.

Buenos días, queridas! Hoy quiero dedicar mi post a aquellas reglas no escritas que debemos tener en cuenta en cada instante de nuestra existencia si queremos ser unas buenas Señoritas de la Modernidad. Puede que no estéis de acuerdo con mi forma de ver las cosas, incluso que me consideréis machista (estoy dispuesta a escuchar todas las críticas y contestar coherentemente pues creo tener firmes argumentos). La conciencia y reglas morales de cada una pueden ser más o menos flexible, así como la interpretación de éste decálogo.

DECÁLOGO.
1. La primera cosa que hay que tener siempre presente es que para ser una SdM hay que serlo las 24 horas del día, sin excepciones. No me refiero a que fallezca un familiar a las 4 de la madrugada y tengáis que estar divinas, porque la clase va más allá de la apariencia. Es lo que se denomina el ¨Saber estar¨.

2. No voy a mentir diciendo que lo que importa es sólo el interior, porque obviamente no es cierto. Debemos tener un cuidado personal adecuado. Cara limpia, cabello peinado, uñas arregladas, calzado limpio... Pensad que muchas veces menos es más. No necesitáis levantaos a las 6 de la mañana para alisar el pelo, ni hacer un drama porque tenéis un pelito en el entrecejo. Esto me lleva a la siguiente regla...

3. La moderación. Es una de las virtudes más valoradas e importantes de las SdM. Saber dónde está el punto exacto entre tomarse unas copas con las amigas y terminar tirada en la calle con las medias rotas llorando porque un chico no te hace caso (cómo te va a hacer caso si no decís dos frases coherentes?!). Saber dónde está el límite entre hacerte valer y faltar al respeto. Saber dónde está el límite entre ir a la moda y gastar más de lo que tienes en las tiendas.

4. El lenguaje. Os podrá parecer un topicazo, pero el otro día quedé HORRORIZADA cuando una chica aparentemente mona y fina soltó una grosería tremenda en medio del autobús. No digo que censuréis vuestras conversaciones, pero os aseguro que no le interesa a media ciudad qué le hizo Menganita a Fulanito estando bebidos, ni qué la ropa interior os esté jugando una mala pasada. Me comprendéis, no? Por supuesto, que estoy totalmente en contra de las palabrotas. Hacen que perdamos dignidad. Siempre se puede sustituir la expresión de enfado por un ¨jolines¨. Aunque me permito la licencia de decir algún taco cuando voy conduciendo sola y me hacen alguna mala jugada.. jeje. Nadie es perfecto!

5. Otra cosa que creo que distingue a las verdaderas SdM de la vulgaridad ponderada es la discreción. Lo cierto es que es algo muy difícil de conseguir y más hoy en día con la cantidad de redes sociales que hay. Creo que debemos ser un poco más recelosas de nuestra intimidad porque puede que más adelante nos arrepintamos de muchas publicaciones. Os voy a poner un ejemplo que creo que todas identificareis. Esa chica que cada dos meses tiene un novio distinto, sube a su red social 300 fotografías besándose o tirados en la cama. Hay dos opciones, que con cada chico nuevo borre las del anterior o que su tuenti/FB parezca un ¨chorvobook¨. Haré incapie en que me parece perfecto que subais fotos de vuestras vacaciones o incluso una BONITA Y ARTÍSTICA foto que os sacásteis dándole un beso a vuestro chico. Me seguís todas?

6. Ahora viene una de las reglas que os pueden parecer más polémicas. Esa virtud o valor llamado recato. Como sé que esta palabra os puede sonar a muchas a la Sección Femenina de la Falange Española, voy a aclararla muy detenidamente. Lo que hoy en día se llama recato, viene fundamentado por el principio de libertad personal. Cada cual sabe lo que quiere hacer con su aspecto físico, sabe las consecuencias de sus actos o de sus omisiones. Las mujeres estamos en un proceso de liberalización que nos puede llevar a confusiones. No creamos que somos más libres por mostrar el tanga a todo viandante o que llevar un escote kilométrico no va a producir ¨miraditas de viejos verdes¨. Tenemos que saber respetar las normas de urbanidad para ser respetadas. Acaso ninguna de vosotras se paró a pensar porqué las altas ejecutivas prefieren llevar un atuendo recatado a uno ¨sádabodequinceañeras¨? Porque lo que queremos es que se nos tome en serio por lo que somos, lo que sabemos, lo que valemos y lo que representamos dentro de la sociedad sin que quede deslucido por una falda al ras de las nalgas. Y profundizando más, daré un consejo a las que deciden vestir así para llamar la atención entre el sexo opuesto. Cuando un chico os vaya a querer y respetar por lo que sois, no os mirará el escote, os mirará a los ojos. Enseñando vuestro cuerpo indiscriminadamente sólo conseguiréis atraer las miradas equivocas que seguramente, y en el mejor de los casos, os van a beneficiar durante una noche.

7. Todas nosotras sabemos a qué clase social pertenecemos y por ello no debemos sentirnos acomplejadas ni orgullosas, pues en la mayoría de los casos esto no depende de nosotras, sino de los esfuerzos o desfortunios de nuestros padres o tutores. Algo que me desagrada tremendamente es la ostentosidad. Lo que me transmite es que estoy ante una persona muy insegura, que tapa sus defectos haciendo ver o (creer) que dispone de muchos recursos económicos. Me parece una vulgaridad. Yo sé de primera mano que las personas que realmente tienen unas cuentas corrientes importantes y se las han ganado con su esfuerzo, tienden a todo lo contrario, a la sencillez y la austeridad. A disfrutar de su dinero de otra forma, de una forma que yo considero más inteligente y nunca hacer alarde de ello.

8. Muchos dicen que la felicidad se encuentra en valorar lo que tenemos. Siempre vamos a querer mejorarlo. Hagámoslo mientras ello no nos haga infelices. Esto viene a colación de mi siguiente regla. Una regla que os va a sorprender cuando menos. Quizá nunca os han planteado este supuesto desde este punto de vista. La octava regla consiste en disfrutar de la comida. Somos muy afortunados por vivir en el hemisferio en que vivimos, así que mejor valorarlo y disfrutarlo. El placer por la comida es casi un tabú en ciertos círculos (tales como la moda), algo que condiciona a gran parte de la sociedad y sobre todo a las mujeres. No todo en la vida pasa por pesar 50 kg y contarse diariamente los huesos nuevos que se nos marcan. Los problemas de sobrepeso son producto del extremo, de la presión social por la perfección y el culto al cuerpo. Vivimos en uno de los países con mayor riqueza culinaria (ya de paso, muy sana) y aún así hay miles de personas que sacrifican su físico , ya por exceso o por defecto, para conseguir una belleza vanal y estúpida. Os propongo que la próxima comida que hagáis la disfruteis al máximo. Cerrad los ojos, sentid cada matiz de sabor y de aroma. Masticad muy despacio, sin distraciones de la tv o del ordenador. Si estáis acompañadas, mantened una charla relajada. Os aseguro que engancha, es más(espero que esto sirva para alguna chica que esté un poco gordita), desde que hago esto he adelgazado todo lo que me sobraba. No tengo ansiedad porque no me privo de nada. Disfruto de un equilibrio alimenticio. Y si me permitís, quiero aconsejaros mi último descubrimiento gastronómico, ojalá tengáis la posibilidad de probarlo. Me he enamorado de los medallones de venado con salsa de miel. IMPRESIONANTES!

9. Como penúltima regla y de forma casi de repaso os diré que es muy importante el respeto. Debemos ser críticas siempre pero desde la base del respeto. Tanto sea en política, con los profesores, jefes, padres, amigos o desconocidos. Esto implica algo que suele gustar mucho, el cotilleo, os lo desaconsejo totalmente. Pensad que no sería agradable ser nosotras el blanco de nadie y que muchas veces es injusto.

10. Por último, pero no por ello menos importante está. Ser siempre una misma. No permitáis que nadie interfiera en vuestra personalidad.

Espero que os haya gustado este post.
Un besito.
Leonor.

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Entrada Inaugural

Hola a todas mis futuras lectoras (se dice así a mis seguidoras de Blog?) Permítanme pedir disculpas por adelantado por todas las posibles meteduras de pata futuras, pues mi andadura en estos mundos cibernéticos es prácticamente nula y no estoy habituada al lenguaje ni los usos típicos de dicho mundo. Voy a intentar expresar todas mis inquietudes y preocupaciones en este espacio, así como ayudar a chicas que se encuentren en una situación similar a la mía. Y os interesará saber cuál es mi situación. Pues soy una chica demasiado normal perdida en un mundo exigente en el que, aunque la famosa "modernidad¨ quiera exterminar, aún hay SEÑORITAS (y señoras). Yo, como seguramnete muchas de vosotras, no soy hija de Isabel Preysler ni he recibido una educación exquisita, pero soy autodidácta y creo que mi trabajo ha sido muy fructífero. He aprendido a hacerlo todo solita, desde maquillarme, saber vestirme, saber comportarme en público, saber trazar relaciones con muchas personas... Soy